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Cuando se sufre una enfermedad periodontal, es posible que tras el tratamiento sea necesario proceder a una regeneración de los tejidos debido a que estos se han deteriorado mucho. Este problema no es solo estético, sino también de salud, pues las encías y el hueso soportan los dientes y tienen un papel fundamental para mantener la estructura de la boca. Es por eso que se recomienda acudir a un dentista al menor síntoma de gingivitis y periodontitis, o cuando se observa un sangrado o el movimiento de un diente. De este modo se puede tratar con rapidez el problema antes de que este se agrave.

Las técnicas para efectuar el proceso de regeneración de la encía y el hueso son:

  • Elevación del colgajo
  • Elevación del seno maxilar
  • Regeneración ósea guiada

A continuación, explicaremos con mayor detalle en qué consiste cada una de ellas.

Técnica de elevación del colgajo

La elevación del colgajo consiste en levantar parte del tejido junto al hueso y manteniéndolo separado de este mientras se procede a la operación.

Pasos para la elevación del colgajo

Se realizan una serie de incisiones con el fin de separar el tejido blando del hueso, tras lo cual se levanta el colgajo con mucho cuidado para que no se dañe y haya problemas después de la cirugía periodontal.

Dependiendo de la zona de la boca que se esté interviniendo, puede ser necesario un tipo de herramienta específica para mantener el tejido donde el profesional pueda operar sin complicaciones.

Una vez que se tiene el colgajo sujeto en el lugar adecuado, se vigila para asegurarse de que a medida que se procede a la intervención este continúa separado del hueso en todo momento, así como bien apoyado de tal modo que la cicatrización posterior no se vea afectada.

Técnica de elevación del seno maxilar

La elevación del seno maxilar es una técnica empleada cuando no hay suficiente hueso como para colocar un implante dental. Consiste en poner hueso en la zona con el fin de proceder a un tratamiento cuando las circunstancias físicas no lo permitían.

Cómo se procede a la elevación del seno maxilar

Como norma general, la elevación del seno maxilar se realiza en dos fases, aunque puede darse el caso de que sea posible hacerlo todo en una sola fase. En esta última se aprovecha una base mínima de hueso donde se colocan unos implantes de titanio. No obstante, en los casos en los que no hay superficie suficiente, los pasos que se dan son:
Se realiza un labrado de la zona ósea para colocar un injerto de hueso. Este puede ser autólogo (procedente del hueso del propio paciente) o una mezcla de hueso sintético y hueso natural.

Pasados unos 6 meses se comprueba que la zona está consolidada y tiene superficie suficiente como para proceder al implante.

Otros 6 meses después se vuelve a mirar que los implantes estén integrados en la estructura de la boca, tras lo cual se coloca una prótesis definitiva encima de los implantes.

Entre fases es importante que el paciente siga unas pautas adecuadas de cuidado, como el uso de antibióticos y antiinflamatorios los primeros días después del injerto. También puede ser necesario tomar algún analgésico en caso de que haya un dolor agudo y un protector para el estómago durante el tiempo que se tomen los medicamentos. Sobre la herida se aplica un gel antiséptico para prevenir de infecciones.

Técnica de regeneración ósea guiada

La regeneración ósea guiada potencia la formación de hueso en aquellas zonas en las que hay una deficiencia de este. Para ello se emplean barreras que impiden que las zonas regeneradas sean invadidas por tejido blando, que evitaría que se formase el hueso.

Intervención de regeneración ósea guiada

Antes de nada es necesario hacer una valoración previa, con el fin de ver cuál es la cantidad de hueso que hay en la zona a tratar. Así se puede evitar en la medida de lo posible este paso. Cuando se comprueba que el mínimo de hueso para colocar un injerto efectivamente no existe, se procede de la siguiente manera:

Se realizan una serie de injertos óseos autólogos o sintéticos para que se forme hueso nuevo.
Con el fin de poner una barrera que impida que los tejidos blandos, que tienen un crecimiento mucho más rápido que el hueso, invadan la zona, se colocan membranas y materiales de relleno. Estas membranas pueden ser absorbidas por el organismo o no, dependiendo de lo que se pretende. Normalmente se emplea una combinación de ambas.
Pasados unos meses se comprueba que la regeneración se ha completado, tras lo cual se procede a colcar los implantes dentales que darán como resultado unos dientes nuevos y sanos.

Pautas saludables para el cuidado de las encías

Con el fin de evitar enfermedades periodontales que produzcan una pérdida de tejidos, los profesionales de la salud dental recomiendan un cuidado de la higiene adecuado, utilizando cepillos e hilo dental adecuados, así como dentífricos y enjuagues eficaces.
También se recomienda cuidar de la alimentación, evitar el tabaco y visitar al menos una vez al año al dentista para evitar llegar a los extremos que requieran estas intervenciones.